Durante estos días hemos conocido la famosa obra "EL VIAJERO" del artista EDUARDO ÚRCULO y hemos aprendido cantidad de cosas sobre el genial artista español y su obra.
Se trata de una conocida escultura del artista donde se aprecian sus grandes iconos: viajes, maletas y sombreros.
Érase una vez un niño llamado Eduardo que nació en Santurce hace ya unos cuantos años . . . ¡¡el siglo pasado!!
Cuando tenía dos años su familia se tiene que trasladar a Sama de Langreo en Asturias para buscar trabajo en la mina.
A los 14 años deja los estudios de bachillerato en el Instituto y se pone a trabajar en la empresa minera donde su padre era administrativo, Eduardo trabajaba como ayudante de topógrafo haciendo mapas y planos de la mina.
Cuando tenía 16 años pasa un año en cama por una enfermedad de corazón, se distrae todo este tiempo con el dibujo y la pintura. Así es como va aprendiendo las técnicas de pintura. Cuando se recupera y vuelve a su trabajo de topografía, sigue pintando en sus ratos libres.
Empieza a exponer sus pinturas y comienza a dibujar cómics para el suplemento del domingo del periódico asturiano “La Nueva España”.
Consigue una beca que le permite trasladarse a Madrid, para asistir a clases en el Círculo de Bellas Artes y en la Escuela Nacional de Artes Gráficas.
Con 21 años consigue uno de sus sueños, viajar a París, donde además de recibir clases, pudo visitar los grandes museos y exposiciones de arte de la capital francesa. Expone en algunas importantes galerías de arte de París, es aquí donde expone su obra “Los mineros”.
A partir de este momento empieza a ser muy conocido y realiza numerosas exposiciones en España, Alemania, Francia, Cuba, Irán, Estados Unidos . . .
Sus esculturas más conocidas son las que se han colocado en lugares públicos, como: El viajero en la estación de Atocha de Madrid, que es la obra que nosotr@s vamos a trabajar.
El regreso de Williams B. Arrensberg en Oviedo y la exaltación de la manzana en el parque Ballina de Villaviciosa.
En los últimos años, y debido a la admiración que sentía por las japonesas, pintó una serie de obras que tenían como protagonista la figura de la geisha, vestida con el tradicional kimono. Este vestido era de alguna manera, un pretexto para dibujar en ellos coloridas composiciones geométricas.
¡¡Y colorín colorado el cuento de Úrculo se ha acabado y espero que os haya gustado!!"
Nosotr@s hemos también hecho nuestros "Viajeros" en clase.
¿Queréis verlos?